Enfermedad de Injerto Contra Huésped
ENFERMEDAD INJERTO CONTRA HUESPED
Cada vez es más frecuente la opción de trasplante de células hematopoyéticas (productoras de las células de la sangre) para el tratamiento de diversas patologías. El trasplante de médula ósea alogénico (entre dos individuos de una misma especie) se puede relacionar con dos complicaciones importantes: La enfermedad de injerto contra huésped y el rechazo del trasplante.
La enfermedad de injerto contra huésped se produce cuando determinadas células halladas en el tejido donante reaccionan contra ciertas proteínas del receptor, que son reconocidas como extrañas, y de esta manera actúan contra ellas: “El injerto reaccionando contra el huésped”. Esta entidad también puede darse tras el trasplante de un órgano sólido rico en células de la inmunidad, como por ejemplo el hígado o tras una transfusión de sangre no radiada.
De todos los órganos que pueden verse comprometidos en esta patología, la piel es el que más temprana y frecuentemente se afecta, y lo puede hacer de forma aguda (10 a 30 días después del transplante), o crónica (siguiendo al proceso agudo o desarrollándose insidiosamente a lo largo de meses o años); ambos escenarios tras un trasplante alogénico o menos frecuentemente autólogo (de la misma persona).
Es por ello que el Dermatólogo, en medio de un grupo de especialistas y personal médico encargado del seguimiento y tratamiento de este tipo de pacientes, hará parte importante del diagnóstico y tratamiento de lesiones en piel que muy posiblemente pueden presentarse en ellos, y asimismo, conjuntamente, decidir la mejor opción de tratamiento individualizado, bajo el escenario de la enfermedad con que el paciente se presente.
Artículo escrito por: Rolando Rojas A. MD