Manchas que esconden hongos
Recibí de un amigo, cuyo nombre omito por la seguridad y secreto que exige la historia clínica, la solicitud de una consulta, la cual hizo en versos, en los que me hablaba de manchas, que el también, como profano llama lunares, en la piel, como Uds. pueden constatar al leer la descripción poética:
“Hay defectos que la razón regaña/ ahora con los años carcomiendo/se asoman en el cuero, entorpeciendo/viejo lunar que con la piel se ensaña / lunares de nuevo aparecieron/ y mortifican, pues, a la postre, afean/aquellos viejos amores se desean/ por detalles que en cueros descubrieron/ para mi suerte todo mal se cura/y prefiero acudir donde el galeno/porque mirándose en pellejo ajeno/él acierta, se dice, se asegura/pues, viendo el malestar más lo procura/sanar para que todo sea pleno.”
Pues bien, mi amigo, llegó, después del saludo protocolario, se inició el examen físico y efectivamente eran para él manchas, que nosotros después del examen físico y con luz de Wood, tradujimos en los paños que llama la gente y que los dermatólogos denominamos Pitiriasis Versicolor.
Esta enfermedad de la piel, erróneamente llamada Tiña Versicolor, ya que no es causada por dermatofitos u hongos verdaderos, es una micosis superficial producida por la Malassezia o Pitiriosporum , como también se le llama y que se ve con mayor frecuencia en las zonas tropicales. Aquí en Colombia es endémica en las regiones con climas húmedos y calientes, como los departamentos de las costas Atlántico y Pacifico, en donde casi toda la población la padece sin darle importancia.
Se localiza en la piel del tronco y de las raíces de los miembros, como en la espalda, pecho, parte del cuello, en ocasiones llega hasta la región lumbar y parte superior de las nalgas y se caracteriza por manchas rojizas, pigmentadas o de color blanquecino con descamación fina. Su nombre se origina de su forma, porque, pitiriasis significa, escama fina y versicolor, hace alusión a los diferentes colores que pueden verse en esos llamados popularmente, paños del cuerpo.
En la costa, la más común es la variedad hipocrómica y en estos casos observamos manchas blanquecinas, circulares, planas cubiertas de escamas que se desprenden con facilidad, pero, a veces no se observan las escamas sino solo las manchas que nunca llegan a ser blancas completamente y que dan un aspecto moteado a la superficie de la piel.
Artículo escrito por:
Dr. Adolfo Gómez Agámez. MD