Nevus melanociticos congenitos (lunares de nacimiento)
Se trata de lunares que se evidencian desde el nacimiento, aunque también pueden ser tardíos, apareciendo durante el primer mes de vida o incluso hasta los dos años de edad.
Estos se desarrollan durante la vida intrauterina , entre los 40 días y los 6 meses de gestación.
Se presentan como pequeñas manchas triangulares que crecen en forma proporcional con el niño según el sitio anatómico afectado. Afecta a niños y niñas por igual.
Suelen ser redondos u ovalados y las señas cutáneas distorsionan la superficie de la piel, sus bordes son lisos, regulares y bien definidos, pueden tener vellos gruesos, largos y oscuros, su superficie puede ser lisa, granulada, rugosa, verrugosa, cerebriforme o con lóbulos : tienen una pigmentación oscura homogénea o marrón oscuro sobre una base mas clara canela o castaño.
En general estos son más grandes que los lunares adquiridos. Además su tamaño es importante para su clasificación. Se definen como pequeños si pueden ser extirpados con facilidad y si el defecto puede cerrarse afrontando los bordes de la herida sin producir deformidad significativa, los que no cumplen estos criterios o están ubicados en áreas criticas como la cara, dedos o genitales, son clasificados como grandes. Los gigantes tienen el tamaño aproximado de la palma de la mano del paciente cuando están en la cara o el cuello y de dos palmas cuando están en el resto del cuerpo. Otra clasificación es basada en su diámetro.
Cuando estos se presentan en cabeza, cuello o región media de la espalda se debe estudiar compromiso de las membranas que cubren el cerebro y la medula espinal, ya que esto se asocia con peor pronóstico ya que podrían cursar con trastornos neurológicos, como convulsiones, trastornos del aprendizaje , retraso mental entre otras.
Existe el riesgo de desarrollo de melanoma en cualquier momento (cáncer de piel) en estos lunares y es proporcional al tamaño del nevus, siendo mayor en los grandes que comprometen grandes áreas del cuerpo, por lo que estos lunares requieren de un control estricto y periódico por el dermatólogo, quien determinara el tratamiento a seguir.
Artículo escrito por:
Dra. Marcela Rodríguez. MD.