Diferentes factores de riesgo se han asociado con la aparición de cáncer de piel, entre estos:

• Exposición crónica a la radiación ultravioleta (UV) que puede ocurrir debido a ocupación, de forma recreativa y algunas veces de forma terapéutica. Esto incluye cámaras de bronceo.
• Antecedente de quemaduras y exposición ocupacional a radiaciones ionizantes (rayos x), exposición a arsénico, hidrocarburos aromáticos o exposición crónica al calor.
• Antecedente de genodermatosis como el albinismo o la xerodermia pigmentosa.
• Pacientes receptores de trasplante.
• Tener ulceras crónicas o cicatrices.
• Enfermedades inflamatorias crónicas como liquen escleroso y atrofico.
• Infección por el virus HPV (virus del papiloma humano).