Se trata de un proceso inflamatorio localizado, muy doloroso, que afecta al pabellón auricular (orejas). La edad de comienzo, en la mayoría de los casos, es superior a los 40 años y es más frecuente en hombres.

Clínicamente vemos una lesión elevada de un centímetro en promedio de tamaño, rosada-roja, dolorosa, situada en el reborde de la oreja, cubierta por una costra y descamación, bajo la cual existe una úlcera. El dolor suele ser intenso y se acentúa con la presión sobre esa oreja. Ocasionalmente las lesiones son múltiples y/o bilaterales.

Entre las causas; la presión y una disminución del aporte de sangre esa zona, son las hipótesis más relevantes. Es más común en personas que duermen habitualmente de un lado durante la noche, pero pueden influir otros factores como el frío, exposición solar crónica y la presión producida por audífonos, auriculares, etc.

La condrodermatitis nodular del hélix hay que diferenciarla, desde el punto de vista clínico, del cáncer de piel y/o lesiones premalignas como las queratosis actínicas, debido a la localización y la ulceración. Por esta razón es muy importante la consulta al médico dermatólogo y en algunos casos la realización de biopsia se hace imperativa.

El tratamiento quirúrgico es de elección; en donde se puede extirpar la lesión. En casos severos o repetidos puede ser necesaria una resección más amplia. Si la cirugía no es una opción por diferentes motivos, se pueden intentar otros métodos, como la aplicación de medicamentos inyectados, láser y crioterapia (aplicación de nitrógeno líquido). En todos los casos, además de la terapia instaurada por el médico, deben hacerse esfuerzos para reducir el trauma y la presión sobre el pabellón auricular.

Artículo escrito por:

Dra. María Claudia Guzmán S. MD