Se trata de un hombre de 18 años, con diagnóstico de adenocarcinoma infiltrante mucinoso moderadamente diferenciado y ulcerado en recto distal, confirmado en noviembre de 2018. Recibió tratamientol neoadyuvante con quimiorradioterapia, completado el 18 de marzo de 2019, veinte días antes de su evaluación dermatológica inicial. Posteriormente, fue sometido a una rectosigmoidoscopia que evidenció necrosis significativa del tumor y del tejido rectal. Dos meses después de iniciar la quimioterapia, presentó lesiones cutáneas en la región del pubis, las cuales progresaron hasta afectar la piel del tórax anterior, abdomen, tercio proximal de las extremidades inferiores y cuero cabelludo. Durante la evaluación, el paciente refirió dolor a la palpación en las lesiones. En el examen físico, se observarán múltiples nódulos de coloración cutánea, de entre 5 mm y 1 cm de diámetro, de consistencia dura, superficie lisa, móviles y dolorosos a la palpación. Estos nódulos se localizaban en e tórax anterior, abdomen, pubis, cuero cabelludo, región inguinal derecha y extremidades inferiores. Además, se detectan adenopatías inguinales bilaterales sin compromiso de anexos (Fig. 1)

Se realizó una biopsia escisional de uno de los nódulos, junto con un estudio de inmunohistoquímica, el cual reveló compromiso de la dermis profunda por adenocarcinoma metastásico. Las pruebas de inmunohistoquímica mostraron una positividad fuerte y difusa para citoqueratina, antígeno carcinoembrionario y CDX2 en las células tumorales (Fig. 2,3,4). Dado el pronóstico desfavorable de la enfermedad, no se indica tratamiento dermatológico específico, continuando el manejo por el servicio de coloproctología y cuidados paliativos. El paciente falleció cinco meses después del diagnóstico oncológico inicial y tres meses después de la aparición de las lesiones cutáneas.