Carcinoma Escamocelular
El carcinoma escamoceular es una variedad de cáncer de piel que se puede presentar en cualquier parte del cuerpo, principalmente en las áreas más expuestas al sol como la cara, extremidades superiores y tronco.
Se presenta con mayor frecuencia en hombres entre los 50 y 70 años de edad, en personas de piel clara y en aquellos en los que su actividad se desarrolla bajo la luz del sol.
El carcinoma escamocelular tiene múltiples presentaciones clínicas: queratoacantoma, enfermedad de Bowen, carcinoma escamocelular de piel expuesta, carcinoma escamocelular de piel cubierta, carcinoma escamocelular que se origina en cicatrices, carcinoma escamocelular verrucoso.
El queratoacantoma es un cáncer de rápido crecimiento que se presenta como una lesión exofítica dura que semeja la forma de un volcán, puede aparecer en cualquier parte principalmente en zonas expuestas al sol, en adultos mayores.
El carcinoma que crece en zonas expuestas y no expuestas al sol inicia como lesiones pequeñas rojas y escamosas que aumentan de tamaño lentamente, las cuales pueden ulcerarse. El carcinoma escamocelular de áreas no expuestas al sol tiene la particularidad de tener un pronóstico menos favorable y un comportamiento clínico más agresivo.
El carcinoma que se origina en cicatrices hace referencia a las lesiones que surgen de un área crónicamente agredida: cirugía previa, ulceras crónicas, tratamientos antiguos con radioterapia, quemaduras profundas, etc. Aparece como tumores o placas que crecen lentamente, rojas, que se pueden ulcerar. Este tumor es más agresivo que los anteriores con un mayor porcentaje de recurrencia y potencial de metástasis.
El carcinoma verrucoso es una variante poco frecuente, que inicia como una pequeña pápula que va creciendo y tomando un aspecto verrucoso (en forma de coliflor); que se caracteriza por ser altamente destructivo en el sitio de aparición y tener un bajo riesgo de metástasis. Existen 4 formas según su localización: 1. Papilomatosis oral florida (mucosa oral), 2. Tumor de Buschke y Lowenstein (anogenital), 3. Epitelioma cuniculatum (región plantar), 4. Periungueal.
El diagnóstico de esta enfermedad se hace mediante la exploración clínica por parte del dermatólogo y debe ser confirmado por medio de una biopsia, la cual evalúa el compromiso local y el riesgo de encontrar enfermedad a distancia.
El tratamiento de esta enfermedad debe ser coordinado por el dermatólogo, y dentro de las opciones terapéuticas se encuentran: la cirugía convencional, la criocirugía, la radioterapia, y otras modalidades terapéuticas como la terapia fotodinámica, la inmunoterapia o quimioterapia tópica.
Doctor Mauricio Vargas C. MD