Tofos Gotosos
La gota es una enfermedad caracterizada por el aumento de la producción de ácido úrico en el organismo, o por la deficiencia en su eliminación. Es una enfermedad en la que existe una predisposición hereditaria, y suele aparecer a partir del consumo excesivo de determinados alimentos y de bebidas alcohólicas.
Los ataques de gota se deben a la presencia de cristales de ácido úrico en los espacios articulares, que provocan la inflamación de algunas articulaciones y del tejido que las rodea; esta suelen producir un intenso dolor.
Afecta con mayor frecuencia a los hombres entre los 30 y los 50 años.
Los ataques son de presentación súbita, y por lo general se afecta la articulación del dedo gordo del pie. Como consecuencia, se produce una inflamación, acompañada de dolor muy intenso y el enrojecimiento de la piel de la zona afectada y dificultad para la movilización.
En la gota crónica hay una inflamación ligera pero prolongada a nivel articular. En estos casos pueden aparecer masas en la piel que recubre las articulaciones afectadas, esas masas se denominan tofos gotosos y están conformadas por ácido úrico precipitado. Por lo general se ubican en los pabellones auriculares, en las articulaciones de las manos o en la parte posterior de ambos codos, y pueden aumentar de tamaño hasta convertirse en grandes protuberancias.
Factores de riesgo:
Varones de edad media, mujeres después de la menopausia, mala dieta, ejercicio, alcohol, enfermedad heredada y el estrés.
Tratamiento:
- Las personas afectadas de gota y con exceso de peso deben adelgazar de forma gradual, siguiendo un régimen alimentario supervisado por un médico.
- Nunca deben tomarse aspirinas, ya que, por sus características químicas similares al ácido úrico, dificulta la eliminación de éste.
- Es importante tomar un analgésico adecuado, recetado por el médico, tan pronto como sea posible, ya que el retraso en su administración disminuye su efectividad.
- Para calmar el dolor puede aplicarse una compresa caliente o hielo en la articulación afectada.
- En algunos casos de gota crónica pueden ser necesario la extirpación quirúrgica de los tofos.
Artículo escrito por: Dra. Catalina Restrepo Restrepo. MD