El folículo piloso (de donde nacen y emergen los vellos), está asociado a una glándula productora de grasa, ésta estructura es el sitio blanco de la enfermedad.

Las células que revisten la parte interna del folículo, crecen y proliferan más de lo normal llegando a taponar el orificio de salida del vello. La glándula productora de grasa asociada al folículo piloso, continua produciendo y liberando grasa dentro del folículo y lo realiza en exceso.

La presencia de más grasa hace que una bacteria que normalmente vive en la piel (Propionibacterium acnes), prolifere en exceso llevando a inflamación, además, hace que nuestras células de defensa comiencen a atacarlas empeorando el proceso inflamatorio en la piel.

Los pasos anteriores son secuenciales y están estimulados por ciertas hormonas, como la testosterona, la cual es producida normalmente por el ovario, el testículo y la glándula suprarrenal. Al acumularse células y la grasa en el folículo, llevan a la dilatación del orificio de salida del vello, formando los puntos negros y las espinillas. Si continúa este proceso, lleva a la proliferación de bacterias e inflamación, lo cual evidenciamos con los puntos con acumulación de pus. Y por último, si se rompe la pared del folículo, se libera todo el contenido (células del folículo, bacterias y grasa) dentro de la piel, llevando a una inflamación más marcada y la producción de las lesiones profundas denominadas nódulos.

Para conocer más sobre acné consulta: www.acnecolombia.org