La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, se caracteriza clínicamente por: Enrojecimiento y flushing facial, brote en la zona centrofacial, telangiectasias y engrosamiento de algunas zonas de la cara como la nariz, en algunos pacientes puede afectar también los ojos.
Es una condición que afecta la calidad de vida y el autoestima de los pacientes, no tiene cura, pero si se puede controlar.
Por eso quiero darles las siguientes recomendaciones:

• Limpieza diaria de la cara mañana y noche, con limpiadores suaves o tipo syndet, evitar usar agua muy caliente y al secarse la cara, realizarlo con toques suaves.
• Usar protector solar diario con SPF 50+, amplio espectro, idealmente mineral, es especial para pieles intolerantes y sensibles, reaplicar el protector solar cada 4 horas.
• Usar protección física (ej: sombrero) si hay exposición solar y evitar exponerse entre las 9:00 a.m. y 4:00 p.m.
• Evitar los desencadenantes dietarios: comidas calientes, picantes, entre otras comidas como: soya, carne procesada y alcohol.
• Controlar el estrés y la ansiedad.
• Aunque el ejercicio es importante para un adecuado estilo de vida, en pacientes con rosácea puede aumentar la sintomatología y el flushing facial.
• Elegir hidratantes que sean aptos para pieles sensibles, sin alcohol, agua termal spray para desinflamar e hidratar, maquillajes para pieles sensibles, hipoalergénicos y maquillaje corrector para neutralizar las rojeces.
• Por último, recomiendo siempre evaluación y seguimiento por dermatología para recomendar una rutina de piel adecuada, ya que existen algunos medicamentos tópicos que se pueden implementar, como: Ácido azeláico, ivermectina, metronidazol.
  Tratamientos orales como doxiciclina e isotretinoina. E incluso complementar la rutina con procedimientos en el consultorio con láser, toxina botulínica, peeling, entre otros.

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Realizado por: Dra. Estefania Galeano Piedrahita, Dermatóloga miembro AsoColDerma