‌

1. “Deja el rostro sin expresión”

La toxina botulínica se aplica de forma estratégica para permitir movimientos naturales sin arrugas marcadas.

2. “Es solo para mayores”

Desde los 18 años puede ser beneficioso para prevenir arrugas y mantener una apariencia más juvenil.

3. “Se pierde la sensibilidad”

No, ya que la toxina botulínica actúa en los músculos tratados y no directamente en los nervios.

4. “Es irreversible”

Los efectos son temporales y desaparecen gradualmente sin rastro e unos meses.

5. “Solo se utiliza en el rostro”

Además de las arrugas faciales, también se utiliza para tratar condiciones como el bruxismo y el exceso de sudoración.

6. “Causa caras hinchadas o con apariencia rellena”

La toxina botulínica no agrega volumen en el área que se aplica, sino que suaviza las arrugas, evita su profundización y previene la aparición de nuevas.

7. “Cuando pasa el efecto las arrugas se pronuncian mas”

Las arrugas que antes estaban presentas irán reapareciendo nuevamente, pero más suavizadas, y desaparecerán nuevamente tras la realización de un nuevo tratamiento.

8. “Causa adicción”

Totalmente falso. Sin embargo, muchos pacientes se fidelizan con el tratamiento si el efecto fue de su agrado.

9. “Es peligroso porque es una toxina”

No es cierto, es un medicamento seguro cuando está correctamente indicado y proviene de laboratorios certificados.

Es un producto de amplios, estandarizados y rigurosos estudios científicos, con más de 15 años de uso estético, pero con muchos más años de clínico en otras especialidades médicas como oftalmología, neurología, entre otras.

‌

Realizado por: Dra Laura Habib, Dermatóloga, miembro AsoColDerma.