Estrategias para prevenir el cáncer de piel en niños – PARASSOL

Conoce consejos y recomendaciones para que tu familia pueda prevenir el cáncer de piel. Usar protector solar, ropa larga, sombrillas y los auto exámenes de piel son algunas de las claves para evitar el cáncer de piel.

El sol es un gran aliado de la mayor parte de las actividades de los seres humanos, sin embargo, cuando nos exponemos y exponemos a nuestros hijos en exceso a sus radiaciones, estas son causa de daño en las estructuras de la piel y de los ojos, produciendo cáncer, envejecimiento y manchas; complicaciones que vienen aumentando dramáticamente en todo el mundo, particularmente en Colombia.

El cáncer de piel es el más frecuente de todos los cánceres y su prevención a temprana edad, es clave para ganarle la batalla. Siguiendo nuestra estrategia PARASSOL, protegiendo la piel desde niños, lograremos evitar la mayor parte de los diferentes tipos de cáncer de piel.

Te recomendamos las siguientes 8 estrategias, para evitar las consecuencias de los daños del sol en los niños y hasta en ti mismo, aún puedes estar a tiempo.

 1. PROTECTOR SOLAR: El protector solar es vital en la lucha contra el cáncer de piel. Úsalo y aplícalo a tus hijos diariamente, FPS (Factor de Protección Solar) mínimo de 30 y con filtro para UVA (Radiación solar que afecta las capas profundas de la piel) para ello, revisa siempre la etiqueta de los protectores solares. Aplícalo Idealmente 3 veces al día en todas las áreas expuestas al sol – aún si tus hijos o tú están bajo techo o en un día nublado- reaplica en caso de inmersión en piscina, sudor, trabajos o actividades al aire libre. Existe una presentación para cada edad y tipo de piel, consúltalo con tu dermatólogo.

2. ANTEOJOS O GAFAS CON FILTRO DE LUZ ULTRA VIOLETA (UV2+): Son especialmente útiles en actividades al aire libre, usándolas  previenes enfermedades en los ojos como: Pterigios, Conjuntivitis, Cataratas y daños en la retina, asimismo nunca está de más hacerlo para reducir aún más las posibilidades de tener síntomas de cáncer de piel.

 3. ROPA LARGA OSCURA Y GRUESA: La ropa oscura y gruesa (que no esté muy ajustada) es ideal para protegerse del sol y del cáncer de piel. En los niños menores de 6 meses, evita el contacto directo con el sol, protégelos siempre con ropa y aplicando protectores solares en casos puntuales. Existen prendas en las que viene incorporado filtro de luz ultravioleta (UV) y tiendas especializadas en ellas (ropa para usar en piscinas, mar y deportes al aire libre). Consúltalo con el dermatólogo.

4. AUTO-EXAMEN DE PIEL: Cada 2 meses frente a un espejo o examinando cuidadosamente la piel de tus hijos, sigue los siguientes pasos:

PASO 1: Examina las partes anteriores y posteriores del cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Después eleve los brazos y examínese los costados.

PASO 2: Revisa los brazos y antebrazos, la parte anterior y posterior haciendo énfasis en las palmas de las manos.

PASO 3: Observa las piernas y muslos, la parte anterior y posterior de estos, haciendo énfasis en las plantas de los pies, entre los dedos y genitales.

PASO 4: Examina la parte anterior y posterior del cuello, en caso del auto-examen, utilice dos espejos más un cepillo, para revisar el cuero cabelludo en detalle.

PASO 5: Con la ayuda de un espejo de mano, revisa la parte inferior de la espalda y las nalgas. 

REVISA LOS SIGNOS DE ALARMA DEL PUNTO 7 SOBRE LOS CAMBIOS QUE DEBES PERCIBIR AL REALIZARTE EL AUTO EXAMEN O EXAMINAR A TUS HIJOS   

5. SOMBRILLA/PARASOL O BUSCA SOMBRA: Las barreras físicas son muy importantes para protegernos del sol, en especial entre las horas de mayor radiación solar (10 am a 4pm). La sombra reduce la radiación en un 50%. Guíate por el tamaño de tu sombra (mientras ella sea corta –más pequeña que tú-¡alerta!, ¡estás en peligro!)

6. SOMBREROS/GORRAS: Es un gran complemento en la protección física contra el sol  y deben ser adecuados para proteger cara, orejas y parte posterior del cuello. Úsalos  siempre que estés al aire libre y no olvides a tus hijos, especialmente cuando estén practicando deportes, en un día de campo o de la clase de educación física en su colegio.

7. OJO CON LOS CAMBIOS EN LA PIEL.  SIGUE LA ESTRATEGIA ABCDE. Ten presente los siguientes signos de alarma: Observa aparición de manchas, lunares nuevos o que cambien rápidamentE de color o forma (en espacial Asimétrica, irregularidad en los Bordes, Coloración negra o más de un color, Crecimiento en Diámetro /+6 mm), costras y zonas donde la piel no cure o cicatrice. Consulta con tu dermatólogo si notas alguno de esos cambios en ti o tus hijos. Así no notes ningún cambio, hazte por lo menos una revisión anual con el dermatólogo. Encuentra un dermatólogo aquí

8. LARGAS EXPOSICIONES AL SOL: Evita largas exposiciones al sol, tanto en ti como en tus hijos. Nunca utilices cámaras de bronceo. El uso de estas cámaras eleva el riesgo de sufrir melanoma (el tipo de cáncer de piel más agresivo y letal) en personas menores de 30 años hasta en un 75% cuando estas poseen factores de riesgo como: tipo de piel blanca, pelirrojas y de ojos y pelo claros.

Qué son?

Son lesiones premalignas que consisten en proliferaciones anormales de células de la piel, que aparecen en respuesta a una exposición prolongada al sol. Son carcinomas escamocelulares en evolución.

Cómo se ven?

Dan en lugares expuestos al sol como cabeza, cuello, antebrazos y dorso de manos. Más en personas de piel y ojos claros con una prolongada exposición solar a lo largo de sus vidas. Se ve un parche rojo plano de superficie rugosa la cual se palpa mas de lo que se ve. Los tamaños son variables.

Como se tratan?

Por tratarse de una patología tumoral, estas lesiones deben ser resecadas completamente. Los métodos de resección deben ser hechos por un Dermatólogo.

Doctora Diana Patricia Marin B. MD

Residente Dermatología Universidad El Bosque

Miembro Asistente AsoColDerma

Con este nombre fueron descritos hace 2 siglos una entidad que hoy en dia se sabe que no es una MICOSIS (o sea un Hongo), ni tampoco FUNGOIDES (que también denota un hongo). 

Se sabe que es una forma de Linfoma que tiene su localización en la piel y no en los órganos linfáticos como ganglios o medula osea.

La micosis fungoides es una enfermedad en la que algunas células llamadas linfocitos T se vuelven malignas y afectan a la piel. Los linfocitos son glóbulos blancos que combaten las infecciones y son producidos en la médula ósea y otros órganos. Además ayudan al sistema inmunológico a eliminar del cuerpo las bacterias y otros elementos nocivos.

El sistema linfático forma parte del sistema inmunológico y está constituido por tubos delgados que se ramifican, como los vasos sanguíneos, a todas las partes del cuerpo, incluyendo la piel. Los vasos linfáticos transportan linfa, que contiene linfocitos. A lo largo de esta red de vasos se encuentran grupos de órganos pequeños llamados ganglios linfáticos, presentes en zonas como las axilas, la pelvis, el cuello y el abdómen.

La Micosis Fungoides generalmente se desarrolla lentamente durante un período de varios años. En las etapas iniciales, puede sentirse rasquiña en la piel y pueden desarrollarse lesiones cutáneas rojas o parduzcas similares a una “alergia”, o ser confundidas con una infección por hongos.  En algunos casos las lesiones son más claras que la piel sana y pueden presentar diferentes formas y tamaños. A medida que la enfermedad progresa, se pueden formar tumores en la piel. La enfermedad se puede diseminar a los nódulos linfáticos o a otros órganos del cuerpo, como el bazo, los pulmones o el hígado. Cuando se encuentra un número elevado de células malignas en la sangre, la enfermedad se llama Síndrome de Sézary.

El pronóstico y la selección de su tratamiento dependerán de la etapa en que se encuentre la enfermedad (si se encuentra sólo en la piel o se ha diseminado a otros lugares del cuerpo) y del  estado general del paciente. Para diagnosticarla es necesario que el dermatólogo haga una evaluación completa y solicite algunos exámenes incluyendo una biopsia de piel.