El bruxismo es un trastorno funcional dado por el hábito de apretar y/o rechinar los dientes en forma repetida e involuntaria, afectando entre un 10-20% de la población, siendo más frecuente en el día que durante el sueño.

Como consecuencia conlleva a un desgaste y fractura de los dientes, lesiones periodontales (encías), alteración en las articulaciones de la oclusión, dolor de cabeza y dolor en los músculos de la mandíbula, el cuello y el oído.

Está asociado con el estrés y la ansiedad, alteraciones del sueño, mal-oclusión o inadecuada alineación de la mandíbula, uso de algunos medicamentos (como antidepresivos y antipsicóticos), abuso de alcohol, consumo de psicoactivos y es más frecuente en fumadores.

Como parte del tratamiento, tenemos la aplicación de toxina botulínica en el músculo masetero, el principal músculo de la masticación. Ésta lo relaja mejorando los síntomas, previniendo su hipertrofia (sobrecrecimiento) y evitando que el cuadro empeore con el tiempo.

Además, es fundamental un tratamiento conjunto con odontología para corregir la oclusión dental, e iniciar el uso de férulas de descarga para aliviar los síntomas y proteger los dientes.

Realizado por: Dra. Katherine Santacoloma, Dermatóloga, miembro AsoColDerma