La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por niveles elevados de glucosa (azúcar) en sangre, en donde además de existir riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares, se pueden presentar cambios en la piel que predisponen a mayor riesgo de infecciones (hongos, virus, bacterias) y alteraciones en la cicatrización.

En la diabetes, la piel puede presentar mayor resequedad, lo que se asocia con
aparición de brotes (áreas rojas y descamativas) que rascan mucho. Además del tratamiento que hablamos en la consulta dermatológica, tu piel requiere de ciertos cuidados:

Procurar mantenerla muy bien humectada, es la mejor forma de protegerla:
1. Aplica crema humectante (sin perfumes, sin colores, sin escarcha) en toda la piel del cuerpo 2 a 3 veces al día, una sola vez no es suficiente.
2. Guarda un pote de crema en la nevera y úsalo en los momentos de rasquiña,
aplicar la crema fría puede ayudar con la sensación en lugar de rascarse.

Evitar las cosas que la resecan:
1. Los baños es mejor que sean cortos y con agua tibia, el agua muy caliente y por mucho tiempo reseca la piel
2. Usar jabón sólo en las áreas de más aseo: axilas, manos, genitales y pies.
3. No usar estropajos ni restregar la piel
4. Las cremas humectantes funcionan mejor cuando se aplican sobre la piel que está mojada o húmeda. Estos productos ayudan a retener la humedad. Después del baño, seca la piel dando toques suaves con una toalla y aplica la crema humectante enseguida.

Una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes es la alteración en la
sensibilidad, por lo que puedes presentar heridas en zonas no visibles de la piel sin darte cuenta. Por eso es recomendable:
1. Revisar con frecuencia la piel de la planta de los pies y las piernas
2. Evitar el calzado muy apretado que lastime
3. Realizar pedicure y manicure en un lugar confiable y con tus propios elementos

Cuando notes cambios en la piel que no mejoran con humectación. Consulta a tiempo para prevenir complicaciones. Recuerda que mantener la enfermedad controlada es la mejor forma de disminuir riesgos.

Realizado por: Dra. Daniela Chaparro Reyes, Dermatóloga miembro ASOCOLDERMA.

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