Sinónimos: Nevus flammeus
La mancha en vino de Oporto, es una malformación capilar (de los vasos sanguíneos de menor diámetro) que se presenta en el 0.3% de los recién nacidos, es decir 3 de cada 1000 recién nacidos, su frecuencia es igual en niños y niñas.
Es un trastorno que se produce entre la cuarta y la décima semanas de vida intrauterina. No se conoce su causa. Es congénito (está presente al nacer) y no desaparece espontáneamente.
Es una mancha (un cambio en la coloración de la piel o las mucosas) de color variado, pasando desde rosa hasta violáceo, su forma es generalmente irregular. Al nacer comienzan de color rosado y con el paso del tiempo se oscurecen y dejan de ser planas para adquirir textura. No son dolorosos y no producen sangrado espontáneo. En el 85% de los casos se presentan a un solo lado. Se localizan en la cara (50%), pero pueden presentarse en cualquier región del cuerpo. Por su localización más común en la cara pueden representar un problema estético para el paciente.
Generalmente afecta solo la piel, pero podría afectar también las mucosas, vasos sanguíneos del ojo y las leptomeninges (membranas que recubren el cerebro y la médula espinal), llamándose Síndrome de Sturge-Weber. Al encontrar una mancha en vino de Oporto en la cara, siempre debe descartarse el síndrome de Sturge-Weber, la probabilidad aumenta si la lesión es de gran tamaño y si es a ambos lados, y la importancia radica en que si es así puede asociarse a epilepsia, trastornos de aprendizaje y alteraciones oculares. Si se encuentra en la parte baja de la espalda se deben descartar trastornos de la medula espinal.
El diagnóstico lo hace el médico mediante el examen físico, solo en casos especiales en los que se deseen excluir complicaciones asociadas es posible que soliciten solicitar ecografía Doppler, resonancia cerebral o de médula espinal y evaluación oftalmológica.
El tratamiento más exitoso es el láser, es importante acudir al médico especialista en Dermatología, porque mientras más tiempo se tenga la mancha el tratamiento láser será menos exitoso. El especialista determinará el número de sesiones necesarias. Se ha observado mejor respuesta al láser de las lesiones localizadas en cara, cuello y tronco que en las extremidades. No todos los pacientes responden igual al tratamiento, depende de sus características personales, el tamaño de la lesión, la edad de inicio del tratamiento, localización de la misma entre otras.
Nota: Existe un nevus flammeus de la nuca (llamado también conocidas también como mancha asalmonada, besos de ángel, o picotazo de cigüeña) que no es realmente un nevus flammeus, se da por dilatación de los vasos sanguíneos transitoriamente y se presenta en un 33% de los recién nacidos, localizado en la nuca, párpados o en la frente entre las cejas.
Desaparecen espontáneamente entre el año y los cuatro años de edad.
Artículo escrito por:
Doctora Paula Andrea López G. MD