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Manifestaciones cutáneas de fiebre reumática

La fiebre reumática es una enfermedad inflamatoria que compromete varios órganos entre los cuales está la piel, el corazón y la articulación; como complicación de una infección en la faringe por una bacteria llamada streptococo.

Se da principalmente en niños entre los 5-15 años, inicialmente con síntomas de fiebre, malestar general y el antecedente de infección en la garganta, posterior a lo cual presentan dolores articulares, alteraciones en el corazón y manifestaciones en la piel como:

1. Eritema marginado: son manchas redondeadas de color rojizo que pueden juntarse y formar lesiones de mayor tamaño, no producen picazón ni dolor, aparecen principalmente en el tronco y tienen un patrón migratorio, quiere decir que van cambiando de lugar de aparición.

2. Nódulos subcutáneos: son masas, del tamaño de un guisante, firmes al tocarlas, no dolorosas, que miden de milímetros a centímetros y que comprometen la superficie de la piel cerca a las articulaciones de brazos y piernas (superficies extensoras). La duración promedio es de 1 a 3 semanas.

La prevención de la enfermedad se logra con el tratamiento de la faringitis por estreptococo y sus episodios, pero en el momento en que la enfermedad se encuentre establecida, se debe instaurar un tratamiento con antibióticos y analgésicos.

 

Artículo escrito por:

Dra. Nathalie Morales R.  MD.

Fuente
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Artículo

Manifestaciones cutáneas de fiebre reumática

La fiebre reumática es una enfermedad inflamatoria que compromete varios órganos entre los cuales está la piel, el corazón y la articulación; como complicación de una infección en la faringe por una bacteria llamada streptococo.

Se da principalmente en niños entre los 5-15 años, inicialmente con síntomas de fiebre, malestar general y el antecedente de infección en la garganta, posterior a lo cual presentan dolores articulares, alteraciones en el corazón y manifestaciones en la piel como:

1. Eritema marginado: son manchas redondeadas de color rojizo que pueden juntarse y formar lesiones de mayor tamaño, no producen picazón ni dolor, aparecen principalmente en el tronco y tienen un patrón migratorio, quiere decir que van cambiando de lugar de aparición.

2. Nódulos subcutáneos: son masas, del tamaño de un guisante, firmes al tocarlas, no dolorosas, que miden de milímetros a centímetros y que comprometen la superficie de la piel cerca a las articulaciones de brazos y piernas (superficies extensoras). La duración promedio es de 1 a 3 semanas.

La prevención de la enfermedad se logra con el tratamiento de la faringitis por estreptococo y sus episodios, pero en el momento en que la enfermedad se encuentre establecida, se debe instaurar un tratamiento con antibióticos y analgésicos.

 

Artículo escrito por:

Dra. Nathalie Morales R.  MD.

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Manifestaciones cutáneas de enfermedad tiroidea

HIPERTIROIDISMO:

Piel delgada, húmeda por aumento de la sudoración, con zonas pigmentadas.

El pelo puede ser delgado, poco abundante por caída del mismo de forma difusa.

Dentro de los cambios ungueales puede haber onicolisis (desprendimiento de la parte final de la uña), coiloniquia o uñas en forma de cuchara y rápido crecimiento de las mismas. Puede haber acropaquia que es un agrandamiento de las últimas  falanges, tomándo los dedos la forma de palillos de tambor.

Puede haber engrosamiento de la piel de la pierna (mixedema pretibial) o de cualquier parte del cuerpo, con predominio de las superficies extensoras. Este engrosamiento se presenta como nódulos o placas de cualquier color, de aspecto seroso (brillante), y textura indurada.

Puede asociarse a vitíligo, urticaria y alopecia areata.

 

HIPOTIROIDISMO:

Piel seca, áspera, gruesa, fría, pálida, mullida y edematosa, con coloración amarillenta y aparición fácil de equimosis (morados).

Los cambios faciales característicos son nariz ancha, labios engrosados, parpados hinchados y lengua grande y lisa.

El pelo es grueso, quebradizo, sin brillo, crece lentamente y puede haber pérdida difusa del mismo con caída también de algunas cejas.

Las uñas son delgadas, frágiles, con estrías transversas y de lento crecimiento. También pueden desprenderse de su lecho.

Hay una mala cicatrización.

Puede asociarse a resequedad muy notoria llamada ictiosis.

 

Requiere el tratamiento de la causa de base y es importante la consulta al dermatólogo para descartar la presencia de otras enfermedades y recibir tratamiento con emolientes e hidratantes.

 

Artículo escrito por:
Doctora Cristina Escobar V. MD
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Lupus Vulgar

Es una de las variedades de tuberculosis cutánea, en la cual esta infección producida por una micobacteria se disemina por la sangre a partir de un foco interno  (generalmente desde el hueso, articulaciones o ganglios) para ubicarse en la piel.  Se presenta en personas sin alteraciones en su sistema inmunológico. Se manifiesta como pápulas (pepitas) rojizas, pardas o amarillentas, que se agrupan formando placas de mayor tamaño algo descamativas. Al ir sanando pueden dejar cicatriz atrófica (delgada) en el centro. Pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo pero con mayor frecuencia se comprometen la cara, el cuello y los brazos.

Para realizar el diagnóstico es necesario realizar biopsia o cultivo de la lesión.

En lesiones de mucho tiempo de evolución pueden aparecer lesiones cancerosas.

Sin tratamiento las lesiones raramente curan completamente.

 

Artículo escrito por:
Dra. Pamela Gallego Y. MD
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Lupus Neonatal

El lupus eritematoso neonatal es una enfermedad que afecta la piel de los niños cuyas madres son portadoras de autoanticuerpos (un tipo de defensas contra el propio cuerpo) y en casi todos los casos los niños también son portadores de estos mismos autoanticuerpos.

Las lesiones en piel son similares a las que presentan los adultos con una enfermedad llamada lupus eritematoso cutáneo subagudo que pueden tener varias formas: una forma anular (redondeada), con bordes eritematosos (rojos), elevados y aclaramiento central, o pueden tener formas papuloescamosas (pepitas rojas que descaman), o tener la apariencia de un eczema (zonas más extensas de la piel rojas y descamativas). Al contrario de lo que pasa en los adultos, estas lesiones tienen predilección por la cara, especialmente la zona alrededor de los ojos, aunque también pueden comprometer el cuero cabelludo, los brazos, las piernas, el tronco y las ingles. Estas lesiones curan sin dejar cicatriz.

La sensibilidad a la luz es muy frecuente pero no es necesaria la exposición al sol para que estas lesiones aparezcan y es posible que estén presentes desde el nacimiento.

Estos niños también pueden tener alteraciones sistémicas como bloqueos cardiacos, alteraciones en el hígado y plaquetas bajas.

Por todas estas razones es importante que los hijos de madres con antecedente de lupus eritematoso sistémico sean evaluados por un especialista en el tema y se les realicen los exámenes necesarios para descartar esta enfermedad y sus posibles complicaciones.

 
Artículo escrito por:
Dra. Deisy Yurledy del Rio Cobaleda. MD.
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Lupus Eritematoso Sistémico

El Lupus Eritematoso Sistémico es una enfermedad en la cual existe una alteración del sistema inmunitario que son todas aquellas células que protegen al organismo frente a infecciones y cánceres. En el lupus, dicho sistema inmunitario es hiperactivo (responde de forma exagerada) y se producen muchos anticuerpos anormales que reaccionan con los tejidos del propio paciente. Aunque esta enfermedad puede ocurrir a cualquier edad, es más frecuente entre las mujeres jóvenes. Se estima la prevalencia de esta enfermedad en 20 a 80 casos por cada 100.000 habitantes/año.

Los órganos más afectados en esta enfermedad son los riñones, la piel, los pulmones, las articulaciones y puede llevar a artritis, anemia, convulsiones o problemas psiquiátricos.

Aunque no se conoce bien el origen de esta enfermedad se han propuesto algunas teorías como la implicación de los factores genéticos, la exposición a la luz ultravioleta (luz solar), el tabaco y algunos medicamentos. También se ha especulado sobre la influencia de algunos virus.

Las manifestaciones que pueden observarse son las siguientes:

  • Erupción en las mejillas con aspecto de "alas de mariposa".
  • Erupción cutánea en las zonas expuestas al sol.
  • Úlceras en el paladar y en las fosas nasales.
  • Artritis de una o más articulaciones.
  • Inflamación de riñón (nefritis).
  • Afectación del sistema nervioso, incluyendo convulsiones, alteraciones mentales o accidentes cerebrovasculares.
  • Pueden verse también: fiebre, adelgazamiento, pérdida del cabello, problemas circulatorios en los dedos de las manos y de los pies, dolor en el pecho al caminar o con la inspiración profunda o dolor abdominal.

A veces el diagnóstico exacto se retrasa, porque la enfermedad puede evolucionar gradualmente o porque simula otras enfermedades.

El tratamiento depende de las manifestaciones clínicas y de la actividad de la enfermedad en cada momento. Las revisiones médicas periódicas y los controles son muy importantes para monitorizar el lupus. El tratamiento medicamentoso debe individualizarse para cada paciente, dependiendo de sus problemas particulares y de la gravedad de su enfermedad por lo que se recomienda que siempre sea ordenado por un especialista.

Aunque en general es una enfermedad crónica, es importante recordar que el lupus puede tener períodos de actividad escasa o nula, en los que puede no hacer falta la medicación y en los que se podrá hacer una vida normal.

 

Artículo escrito por:
Dra. Deisy Yurledy del Rio Cobaleda. MD.
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Lupus Eritematoso Cutáneo Agudo

El lupus cutáneo agudo se presenta principalmente como un brote o enrojecimiento en las mejillas en forma de "alas de mariposa"; estas lesiones tienden a ser transitorias apareciendo después de la exposición al sol y luego desaparecen sin dejar cicatriz, aunque algunas veces pueden dejar alteraciones en el color de la piel . Las lesiones pueden durar desde unas horas a varias semanas y en algunas ocasiones se pueden acompañar de úlceras en la boca. Los pacientes con este tipo de afectación deben ser estudiados cuidadosamente para descartar algún tipo de alteración sistémica (daño en órganos internos como por ejemplo el riñón o las articulaciones).

La principal terapia para este tipo de enfermedad es el uso diario del protector solar y dependiendo de la severidad y la presentación de las lesiones se pueden requerir medicamentos adicionales que deben ser elegidos por el dermatólogo para evitar los posibles efectos secundarios de este tipo de tratamientos.

 

Artículo escrito por:
Dra. Deisy Yurledy del Rio Cobaleda. MD.
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Livedo Reticularis

Lo primero que se debe conocer sobre el livedo reticularis es que es una entidad benigna y no suele afectar la calidad de vida. Es muy frecuente en mujeres de 20 a 50 años, y se caracteriza por la presencia de una coloración púrpura o violeta de predominio en muslos, piernas y antebrazos, dando un aspecto de ramas (reticular) en la piel de aspecto normal.

Esto se debe a un fenómeno por el que las venas de la piel se encuentran bajo un flujo bajo, con pobre niveles de oxígeno, debido usualmente a una pérdida de irrigación por parte de las arteriolas.

Su importancia clínica radica en la capacidad para el dermatólogo en caso de tener alguna sospecha de otra enfermedad vascular, pero en general se puede considerar como un aspecto normal de la piel.

Para evitar su aparición lo principal es evitar el frío en el ambiente, teniendo solamente una implicación estética, por lo no requiere como tal ningún tratamiento tópico u oral.

 

Artículo escrito por:
Dr. Juan Raul Castro Ayarza MD
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Liquen Striatus

Es una enfermedad rara, de causa desconocida, de aparición súbita, que se presenta desde la infancia hasta la adolescencia; se caracteriza por una erupción en la piel consistente en pequeñas lesiones elevadas solidas (pápulas) rosadas, pardas o de color más claro que la piel adyacente y que adoptan una disposición lineal.  Se ubican generalmente en las extremidades sobre las zonas donde se une la piel cuando se está formando en el periodo embrionario, aunque pueden encontrarse en cualquier localización. La mayoría se ubican en solo lado del cuerpo.

Para el diagnostico se requiere la evaluación de las lesiones por el dermatólogo y puede requerir la realización de biopsia de piel.

En algunos pacientes las lesiones desaparecen solas en meses o años y no requieren tratamiento. Puede ser necesario el tratamiento con medicamentos tópicos cuando haya síntomas asociados como el prurito (rasquiña de las lesiones).  El tratamiento siempre debe supervisarse por el especialista.

 

Artículo escrito por: 
Doctora Marly Milena Martinez Gomez. MD
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Liquen Simple Crónico

Es un cambio en la textura y apariencia de la piel secundario a enfermedades que provocan el rascado crónico por parte del paciente. Los síntomas que caracterizan esta enfermedad son, prurito (piquiña), descamación y engrosamiento de la piel que se puede diferenciar de la piel normal por una acentuación de las líneas normales de la misma y porque se siente gruesa, como acartonada.

En ocasiones, la zona afectada puede pigmentarse y adoptar un color más oscuro que el resto de la piel. Se puede localizar en cualquier parte, pero los sitios más comúnmente afectados son la nuca, los tobillos, codos y caderas. Las enfermedades que la causan son numerosas pero las más frecuentes son la dermatitis atópica, insuficiencia venosa, eccema por resequedad, dermatitis de contacto, algunas infecciones que provoquen rascado y en algunas ocasiones no hay una causa aparente.

El diagnóstico y el tratamiento deben ser orientados por un dermatólogo.

 

Artículo escrito por:
Doctor Carlos Alfonso González. MD
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